La mansión por antonomasia de la arquitectura tradicional canaria, la Casa Méndez-Fonseca de la Orotava, más conocida como Casa de los Balcones, es indiscutiblemente la máxima expresión de la arquitectura tradicional canaria, urbana, de la isla de Tenerife.
En la década de 1850, construyó el empresario canario D. Antonio Díaz-Flores y Cartaya una espectacular mansión de grandes dimensiones que podríamos encuadrar estilísticamente en el clasicismo romántico.
La aldea de las Vegas, en el municipio de Granadilla de Abona, en los altos de Chimiche, en el sur de la isla de Tenerife, es un paraje singular y sorprendente, pues después de dejar los secarrales de Chimiche a medida que la carretera asciende, el paisaje va reverdeciéndose por la confluencia de pinos canarios y la sensación de entrar en un microclima distinto, algo más húmedo aunque todavía seco; a lo que se une un constatable cambio en la morfología de los elementos geológicos, en la tierra y en las rocas, que presentan un tono más oscuro, como pasando de una zona desértica a una zona de montaña.
Saliendo desde el Barrio de la Alegría en el mismísimo Santa de Tenerife, capital de la isla, a la altura del mar, nos proponemos subir, en cuatro horas de caminata, los más de doce kilómetros y casi mil metros de desnivel que separan ese punto de la llamada Cruz del Carmen, famoso y visitado pico del macizo de Anaga.
Una de las más clásicas y recomendables excursiones dentro de la isla de Tenerife es la visita al Drago Milenario de Icod de los Vinos, monumento natural de España desde 1917, portento de la naturaleza de belleza insondable y aspecto misterioso, como procedente de otra era, de otra dimensión temporal, de otro mundo.
En 1928 comenzó la construcción de lo que a partir de 1975 fueron las instalaciones del Liceo Taoro, el club social de más solera y arraigo del Valle de la Orotava, una institución fundada en 1855 con el nombre de Falansterio de Taoro.