Mansión Oliver

La mansión Oliver, en Santa Cruz de Tenerife, ocupa una superficie en planta de 737m2, siendo la superficie total construida de 1.181m2.

Se trata de una magnífica mansión construida por encargo del ciudadano de origen mallorquín, Gabriel Oliver, a mediados de los años veinte del pasado siglo, siguiendo el patrón de las casas de campo de la alta burguesía inglesa.

Sus blancas paredes y columnas, rezuman clasicismo y distinción y contrastan sobremanera con el siempre verde césped y los árboles centenarios que jalonan esta magnífica propiedad de más de 10.180 m2 de superficie, situada en un exclusivo barrio de la capital de la isla.

Es tal la riqueza natural del paraje, que en 1971 y a fin de que no se procediera a la urbanización del conjunto, un grupo de amigos de la capital, tuvo la idea de comprar toda la propiedad y de dedicarla a lo que es hoy en día: un muy selecto club social, conocido por el nombre de Club Oliver.

Forma parte de la mítica historia de este Club la idea de que en los salones de su restaurante se han fraguado algunos de los episodios más notables de la historia empresarial de Tenerife, a lo que contribuye sobremanera el aristocrático entorno de esta destacada mansión.