La Casa del Vino es un proyecto del Cabildo de Tenerife que opera desde 1992, fecha en la que comenzó la restauración de la gran propiedad rural en la que se ubica, con la finalidad de divulgar y poner en valor la cultura del vino y la extensísima tradición vitivinícola de la isla de Tenerife.
Para ello se restauró una magnífica casona rural del norte de la isla situada junto a la conocida urbanización de La Baranda en el municipio de El Sauzal, un enclave caracterizado por tener una de las mejores vistas del Teide y de la costa norte de la isla de Tenerife.
Esta fantástica propiedad rural, conocida como Hacienda de San Simón y cuyos orígenes se remontan al Siglo XVII, época de la que aún se conserva el artesonado mudéjar de la antigua capilla de esta histórica mansión de Tenerife; fue fundada por la familia Herrera Leiva, pasando con el tiempo por manos de distintos linajes, siendo de especial mención que llegó a ser propiedad de D. José Joaquín de Herrera, presidente de Méjico entre 1844 y 1850.
Como toda gran propiedad histórica de esta comarca de la isla, controlaba una extensa propiedad agrícola que iba desde el mar hasta la cumbre, sucediéndose, conforme cambiaba la altura de los terrenos, los productos cultivados en la misma, desde productos de subsistencia para el autoabastecimiento y el mercado interior en las cotas más altas, a productos de alto valor añadido destinados a la exportación en las zonas más próximas a la costa. Esta histórica mansión de Tenerife, tiene una superficie total de 1.155 m2 distribuidos en una sola planta entorno a un patio central donde se ubica un enorme lagar, con su tradicional prensa y usillo.
Además, de la ya mencionada capilla, en las antiguas salas y dependencias de esta histórica propiedad de Tenerife, se han abierto: una sala de degustación de vinos y quesos de Tenerife, un museo sobre el vino, su historia y las distintas técnicas y labores agrícolas vinculadas a la producción y cultivo de la vid en la isla de Tenerife, una sala para exposiciones, una tasca y un restaurante.
El restaurante, que es el principal protagonista de esta sección de nuestra web, ha recuperado buena parte de su perdido esplendor. Tras un buen comienzo, donde La Casa del Vino se convirtió en un referente para todos aquellos deseosos de mostrar los secretos gastronómicos de Tenerife a sus visitantes no insulares, hubo muchos años de concesiones que minaron toda la reputación de este fantástico lugar. Ahora, afortunadamente y desde hace unos pocos años, el restaurante vuelve a brillar con una propuesta innovadora sobre platos e ingredientes tradicionales de la cocina de Tenerife, hasta el punto de que ha vuelto a convertirse en ese lugar de referencia que nunca debió haber dejado de ser.
Respecto de la carta, destacaría de nuestra última visita en enero de 2016, el bacalao encebollado que estuvo fantástico, si bien disfrutamos de la mayoría de los platos que pedimos. Los vinos que se sirven en este restaurante, como no podría ser de otra forma, son todos vinos de Tenerife, y es de constatar que por lo que al restaurante respecta, existe la opción de comer en uno de los salones nobles de esta gran mansión de Tenerife o en su espléndida terraza, con vistas inigualables sobre el Teide y el Océano Atlántico.