Situada a 1.100 metros de altitud, en el municipio de Vilaflor de Chasna, en la ruta de oro que comunica los núcleos turísticos costeros de Adeje y Arona con el Parque Nacional de las Cañadas del Teide, se encuentra esta reputada bodega del Sur de Tenerife que inició su andadura en 1947, en lo que fue un antiguo granero en el pago de los Quemados.
Las tierras que nutren y rodean la bodega, históricamente vinculadas al mayorazgo de la Casa-Fuerte de Adeje, fueron adquiridas paulatinamente desde finales del siglo XIX por diversos miembros de las clases más pudientes de la comarca de Abona, hasta que finalmente en 1947, el Sr. Eugenio Reverón Sierra se hiciera con las mismas e iniciara la producción y comercio de vino que actualmente continúa su hijo D. Diego Reverón Reverón.
La familia Reverón, lleva establecida en la comarca de Chasna desde el Siglo XVI, siendo el apellido una españolización local del apellido ligur Rivarola, ligada a comerciantes genoveses que participaron en la financiación de algunas fases de la conquista de Canarias, razón por la cual les fueron concedidas extensas tierras en los repartos posteriores a la conquista.
Esta bodega que aún no exporta de forma directa, produjo en la cosecha de 2015 unos 70.000 litros de vino, de los que dos tercios de los mismos se correspondieron con vino blanco y el tercio restante con vino tinto y rosado.
Si bien las variedades de Listán blanco y negro son predominantes, en los últimos años, esta familiar bodega de Tenerife, ha hecho una decidida apuesta por variedades mejorantes como el Tempranillo, la Shiraz, Tintilla, Castellana y Albillo criollo.
Bajo la dirección técnica del reputado enólogo de Tenerife, D. Pedro Domingo Rodríguez, destaca entre su cada vez más extenso surtido, el clásico blanco seco ecológico de Listán Blanco y entre los tintos el Crianza de 2012 con uva de Shiraz que venden los representantes de la bodega con auténtica devoción, ambos bajo la marca Pagos de Reverón.
El recorrido por la bodega, se completa con un pequeño paseo por los viñedos que la rodean y cómo no con la visita del comedor, cuyo tejado está decorado con duelas de viejas barricas de vino y en los que se celebran eventos del más variado signo.
Finalmente recalcar el viejo lagar de madera de tea, que originario del municipio de Santa Úrsula fue desmontado y traído pieza a pieza al privilegiado lugar que ahora ocupa a la entrada de esta interesante bodega de Tenerife.