
El concepto de viticultura heroica está vinculado a aquella desarrollada en territorios escarpados con grandes desniveles, territorios insulares alejados y en general a aquella desarrollada en condiciones difíciles desde el punto de vista de la mecanización de las labores agrícolas, actividades logísticas y de distribución comercial. La viticultura heroica es por definición aquella que choca de lleno con el concepto de economías de escala u optimización de costes. La viticultura heroica es así, la que se desarrolla en las condiciones más difíciles, aquella fruto del esfuerzo, del tesón y de la pasión por el mundo del vino.
Toda la viticultura de las Islas Canarias está considerada viticultura heroica, desde la Geria de Lanzarote hasta las parras de los malpaíses de La Palma, pero si hay una bodega en Tenerife que personalmente crea que se ajusta mejor al concepto de viticultura heroica, esa es la Bodega de Frontos, en la Comarca de Abona, en la zona de Los Blanquitos, en el municipio de Granadilla de Abona.
El proyecto de Bodega Frontos es, como tantos otros en este singular y embriagador mundo de la enología y de la viticultura, un proyecto familiar. Un proyecto donde lo importante no está en qué se gana monetariamente sino en la satisfacción por hacer algo en lo que se cree con pasión, sin importar el tiempo, sin importar el esfuerzo. Así, desde hace más de cincuenta años la familia Luengo vive con pasión su magnífico proyecto vitivinícola.
Con una capacidad de embotellado de apenas 100.000 botellas y con producciones medias de entre 40.000 y 60.000 botellas al año, en función de las distintas añadas, FRONTOS, de la mano del enólogo Pablo López Betancor, está alcanzando día a día el máximo reconocimiento internacional de sus caldos. Año tras año se acumulan en sus vitrinas los máximos galardones internacionales y paso a paso va ganando esta bodega una mayor presencia en el complicado mundo de la exportación de vinos de calidad.
Los extraordinarios blancos secos ecológicos obtenidos de la recolección racimo a racimo, en muchas ocasiones de viñas viejas dispersas en zonas de secano marginales, al pie de los barrancos o en lo alto de los riscos más escarpados, premian a la mano paciente que es capaz de ir recogiéndolas cesta en mano, con su exquisito néctar. Dando a sus vinos una impronta muy singular, la impronta de algo único, que no existe en otros lugares de la tierra, algo no replicable.
Bodegas Frontos es además un proyecto plenamente respetuoso con el magnífico entorno que la rodea, un proyecto integrador, un extraordinario lugar para sumergirse en el mundo del vino pero también para disfrutar de un encuentro gastronómico de empresa, de amigos o de familia. Una bodega de imprescindible visita en la isla de Tenerife.