El jardín de Sitio Litre pasa por ser el jardín más antiguo de Tenerife, debiéndose el mismo a las reformas que a partir de 1778 hiciera Archibald Little sobre la mansión que heredara de su tío y fundador de la hacienda.
En la actualidad es una atracción abierta al público todos los días de la semana de 9:30 a 17:00h y que en 2015 tenía por precio de entrada la suma de 4.75 euros, y que cuenta entre sus atractivos el de disponer de un drago tricentenario, el más antiguo del Puerto de la Cruz.
A la magia del drago, se suma el encanto de pasear por un jardín clásico compartimentado en distintas secciones y repleto de recovecos románticos, todos ellos comunicados por los caminitos de losa chasnera por los que se va accediendo a cada rincón.
Aunque particularmente la sección del jardín que más me gustó fue la del coqueto estanque de nenúfares, repleto de carpas doradas de gran dimensión, es el orquidario la zona que resulta más atractiva para la mayoría de los visitantes, pues en él se puede contemplar la colección probablemnete más extensa de orquidáceas de la isla.
Tiene el jardín muchísimos recuerdos de los ilustres visitantes que ha tenido y que o bien han sido agasajados con fiestas en los mismos o se han hospedados en la ilustre mansión al que pertenece.
Quizás sean Agatha Christie y Alexander von Humboldt, los más renombrados pero la lista es extensa y da buena cuenta de las visitas más relevantes a la isla a lo largo de los casi trescientos años de historia de este magnífico remanso de paz en pleno corazón del Puerto de la Cruz en el norte de la isla de Tenerife.
Finalmente, no sería justo terminar este comentario sobre tan ilustre jardín, sin mencionar el marcado carácter inglés que respiran muchos de sus elementos, desde el campo de croquet hasta la cafetería que antecede a la terraza de la mansión, y que nos retrotrae al tiempo de los primeros comerciantes de vinos en la isla y a la de los excursionistas que antecedieron a los turistas actuales.