Si hay una playa realmente representativa del Valle de la Orotava en el Norte de Tenerife, esa es la Playa de El Bollullo.
El Bollullo se encuentra en la costa de la zona de El Rincón, la zona de mayor densidad de plataneras sin cubierta de invernadero del norte de Tenerife, quizás la comarca más representativa del aspecto que tenía la franja costera del Valle de la Orotava hace cuarenta años.
El Bollullo es una playa del norte, esto es, una playa salvaje, a mar abierto, siempre azotada por el oleaje y de una preciosa arena volcánica de profundo color negro. El Bollullo es la playa de mi infancia, una playa que en lo fundamental, afortunadamente, no ha cambiado gran cosa.
Se accede al Bollullo de dos formas, bien en coche hasta el parking del restaurante del mismo nombre, por la carretera del Rincón, o bien como propongo hacer, a pie, partiendo de las inmediaciones del Hotel Semiramis en la Urbanización La Paz del Puerto de la Cruz. En ambos casos, el visitante tendrá que enfrentarse a las famosas escaleras del camino que conduce a la playa.
Este recorrido desde la Urbanización La Paz que proponemos y que nos acaba llevando hasta la playa tras media hora de una agradable caminata entre preciosas fincas de plataneras, al pie de los acantilados de la costa norte de la isla de Tenerife, nos descubre en toda su belleza la plenitud del azul de nuestro Océano Atlántico, a la par que la inaccesible y rocosa orografía del norte insular.
Es difícil a ciencia cierta saber qué significa este topónimo tan curioso de Bollullo, sin embargo es fácil establecer conexión con localidades de la Baja Andalucía como la onubense Bollullos Par del Condado o la sevillana Bollullos de la Mitación. Según cuentan los estudiosos en la materia, Bollullos podría ser considerado un hidrónimo, un término topográfico vinculado a una masa de agua, y al parecer podría estar ligado a agua en movimiento, a bulla, a burbujas.
Es indudable que quien quiera que haya visitado esta espectacular playa no podría estar más de acuerdo con lo acertado del término pues, en efecto, el Bollullo es un lugar donde difícilmente nos encontraremos al mar en calma. El Bollullo es sinónimo de mar agitado y bravío. De oleaje constante. De jugar con las olas.
El Bollullo es una playa bella pero a su vez peligrosa. Una playa de fuertes corrientes donde nadar puede resultar bastante complicado si no directamente imposible, pero a pesar de no ser una buena playa para nadar, es una playa excepcional para relajarse y disfrutar del mar en toda su plenitud. Disfrutar de la maresía, de la salinidad, del yodo, del estruendo de las olas al golpear sobre las rocas, del sol abrasador sobre la arena negra gruesa y limpia.