La Hacienda de la Fuente, situada a apenas un kilómetro del pueblo de Buenavista del Norte, en el extremo noroccidental de la isla de Tenerife, pasa por ser una de las más históricas mansiones de la isla.
Fue Edificada esta fantástica mansión de Tenerife por orden de D. Juan Méndez “el Viejo” que fue un judío converso natural de la villa extremeña de Llerena y fundador de Buenavista en 1517, y lo hizo, a raíz del reparto de tierras de la primera data de Daute en los primeros años del siglo XVI.
Escogió Méndez “el viejo” este lugar, por ubicarse en él un manantial natural que da nombre al conjunto, y que fue la base de la riqueza agrícola de la finca, en un primer momento, como no podía ser de otro modo, como centro de producción de caña de azúcar destinada a su exportación a los grandes puertos de Amberes, Sevilla y Lisboa fundamentalmente.
La mansión, de dos alturas, en las que la planta baja tenía como destino el almacenamiento de las labores y aperos agrícolas, mientras que en la segunda planta se destinó desde el principio a uso residencial, tiene planta en forma de L, con patio abierto y con elementos tardo-medievales como los dos lienzos de fachada almenados, a modo de casa-fuerte.
De la importancia de la propiedad, da cuenta el que saliera de la misma el que luego sería Marquesado de la Fuente. En todo caso, en lo que en tiempos pasados fueran grandes explotaciones agrícolas destinadas a la producción de cultivos para la exportación, ahora se ubica el campo de Golf de Buenavista bajo diseño de Severiano Ballesteros, a raíz de la compra que hizo el cabildo de Tenerife de esta excelsa hacienda en 1998 por la suma de 2.25 millones de euros de la época.
Finalmente señalar, la existencia en los aledaños de esta mansión, y parte integrante de la misma de una capilla, conocida como ermita de la Visitación, que fuera totalmente retocada a principios del S. XX perdiendo todo o gran parte de su carácter en lo que a su aspecto exterior se refiere, en una construcción que debió remontarse, con fábrica originaria de madera, y de cantería a partir de 1541, al momento mismo de la fundación de la Hacienda y donde aún se preserva un techo de artesonado mudéjar.
Hoy por hoy, esta joya del patrimonio histórico artístico de la isla de Tenerife, sigue a la espera de que se complete su restauración, cuando por su inmejorable ubicación, a los pies del campo de Golf, podría ser objeto de deseo de cualquier adinerado amante de las mansiones históricas.