Existen en Tenerife diversas propiedades inmobiliarias adscritas a la que en su día fue la poderosísima Familia Carta, siendo esta de Valle de Guerra, más que una mansión, pues la mansión familiar por antonomasia de esta familia sería sin duda el Palacio de Carta ubicado en la actual Plaza de Candelaria de Santa Cruz de Tenerife; una gran hacienda, finca o propiedad rural de Tenerife.
Fue el iniciador de este poderoso linaje de los Carta, el capitán de origen palmero, D. Matías Rodríguez de Carta, que establecido a temprana edad en Santa Cruz de Tenerife, acumuló una gran fortuna con sus actividades marítimas y comerciales entre Canarias y América.
En 1726, a la edad de 51 años, el citado capitán compraría al hacendado local D. Lope Fernández de la Guerra, una modesta propiedad rural que con los años, los Carta, acabarían convirtiendo en su gran finca, hacienda o propiedad rural de Tenerife; la conocida como Casa de Carta del Valle de Guerra, mansión de Tenerife a la que dedicamos este artículo.
Esta gran mansión de Tenerife, se caracteriza por responder a la acumulación de diversas construcciones a lo largo de 125 años de historia, entre la fecha de 1726 y mediados del siglo XIX, lo que confiere al conjunto una distribución singular.
Curiosamente, frente al mirador, la cara más expuesta de la casa, se yergue un muro perimetral almenado. La mansión, se distribuye en lo que al cuerpo principal se refiere, en dos alturas, dedicándose el piso superior a la residencia de la familia y el piso inferior a almacén de artículos de labranza.
La fachada occidental, se caracteriza por disponer de la tradicional entrada de las grandes fincas señoriales de Tenerife, coronadas en cruz, y a continuación la entrada al recinto a través de un arco de medio punto y toba roja que acaba conduciendo al patio central.
La cubiertas de la casa, como todas las casas tradicionales de Tenerife, se rematan con las conocidas tejas musleras, en forma de U, de barro cocido, como de barro cocido son los suelos de las zonas no nobles de mansión, pues éstas se caracterizan por los anchos muros de piedra y la profusión de madera de tea, particularmente importante en los preciosos artesonados de las habitaciones principales.
A destacar también en esta magnífica propiedad rural de Tenerife, es la preciosa y original cocina, además de patios laterales, parrales y el precioso lagar, donde otrora se pisaba y prensaba el fruto de los viñedos que otrora rodearan esta histórica mansión de Tenerife.