Los castillos ejercen por lo general una enorme atracción sobre la mayoría de las personas, pues son construcciones que suelen destacar por su tamaño o por su ubicación, por su mayor o menor carácter o condición de baluarte inexpugnable. Los castillos son sede y expresión de poder y de riqueza. Son hitos en el camino.
Cuando pensamos en castillos, inmediatamente nos vienen a la cabeza construcciones medievales de piedra, escenarios de encuentros entre damas y caballeros, de torneos, estandartes y escudos, truenos, relámpagos y fantasmas. Hay toda una mística entorno a los castillos.
Hoy por hoy, y después de muchos años como museo, el castillo y sus 8000 m2 de jardines, está dedicado a la celebración de bodas y eventos, constituyendo uno de los lugares históricos más relevantes del municipio de los Realejos en el norte de la isla de Tenerife.